viernes, 8 de agosto de 2014

Reivindicación de la lejanía

Volví a casa estos días.
Lo que yo identificaba como casa.
Quienes me conocen podrán acordar, tanto quienes me aprecian como quienes no, que lo más irritante de mi es mi manera de recordar Paraguay y lo grandioso de esa tierra.

Lo siento. Imagino qué molestoso es.
Pero deben tener en cuenta que me crié allí, me trataron muy bien, fue mi hogar, mi vida se cultivó en ese país.

Una vez leí la historia de un musulmán que había hecho todo lo que debía hacer en su vida excepto ir a la Meca, lo que todo musulmán debe hacer al menos una vez en su vida.
El se decía a sí mismo que cuando tuviera plata suficiente iría. Cuando la tuvo posponía el viaje por diferentes motivos, cosas que él consideraba necesarias para su viaje.
En realidad nunca iría. La Meca era su motivación en la vida, su norte.  Mientras tuviera ese pendiente tan importante su vida aún tendría sentido.

Paraguay era mi Meca.
Me pasaba la vida pensando en lo hermosa que es la vida allá y cómo extrañaba ese lugar.
En los momentos alegres y tristes que marcaron mi vida y en todo lo que pudo ser si me hubiera quedado allá,
en todo lo que podría ser cuando volviera.
Cuando estuviera en casa.

Supongo que es más fácil quedarse con las ideas que antes nos motivaban para evitar esos episodios depresivos que llamamos "época de transición".
Es difícil comenzar de nuevo.
y tengo 27 años.

No imagino cómo será comenzar de nuevo a mayor edad.

No lo imagino pero lo ví.

Fui a casa la semana pasada y volví esta madrugada.
Llegué allá luego de un viaje tortuoso de más de 30 horas por tierra con mi hijo de dos años a cuestas.
Quería que fuera una aventura.. y en realidad sí lo fue.
Volví en avión, en un viaje de una hora y cuarenta minutos con mi hijo igual.
Ambos viajes me cansaron por igual.

Fui a casa con la ilusión de saborear un poco de eso que tanto añoraba.

Ahora sé que lo que uno añora no existe per se.
lo que uno extraña es el recuerdo de cómo se vivieron las cosas.  Son las sensaciones que nos hicieron sentir y lo que significó para nosotros ese momento.
Lo que uno extraña ya se fue. Por eso lo extraña.

No me malinterpreten, no fue un mal viaje, la pasé bien y vi a la familia.
Es solo que mi "Meca" no es esa ciudad ya, no es ese país ni su gente ni la comida que me parece tres mil veces más agradable que la comida camba (lo siento, ya lo dije)
Mi Meca está ahora en otro lado.

Así que sigo lejos de casa.
Sigo extrañando Paraguay y a mi familia y todo lo que viví y sigo viviendo allá.
Amo mi país.

Pero el futuro no está nunca hacia atrás.
Al menos no para mí.

La búsqueda de hogar es, claro, metafórica.
"El hogar de cada uno está donde queramos que esté" y todas esas sensiblerías que nos inculcan de niños.
El problema ahora es que nosé donde quiero situarlo.
Esto es época de transición.
Momento de cambios y nuevos vientos.  Hay que identificar el rumbo hacia donde soplan nomás.

Lejos de casa, donde fuera que sea esto.
Y ahora con chiki a cuestas. =)

Abrazo a la mini audiencia. Resulta que sí hay gente que lee mi blog solitario.

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