miércoles, 26 de octubre de 2011

no quiero merecer este gobierno

Escribo mientras abajo celebran la amistad.
La amistad que trasciende las fronteras del miedo, de la desconfianza y del arresto domiciliario.


Cada miércoles y jueves se aparecen, a veces con churrasco, otras solo choripán.
Aparecen y renuncian a una frater de juntes alternativos para acompañar al caído en desgracia, al chivo expiatorio de los errores del gobierno.
A quien confió en la humanidad de aquellos que carecen de ella y fue lo suficientemente valiente como para decir: no, soy inocente, no voy a huir.


Todos nos preguntamos lo mismo.
A escondidas, por las noches, mientras pienso en el futuro, me pregunto: en qué estaba pensando?
en qué estaba pensando él para quedarse? para enfrentarse a jueces sin juicio, sin otra cosa que su dignidad como bandera, su inocencia puesta en duda y su reputación deshonrada?
en qué estaba pensando yo? en qué pensaba cuando lo dejé quedarse? cuando me convencí de que tenía razón y de que prevalecería la justicia en un país con tanto desprecio a los derechos humanos?


por las noches me pregunto una y otra vez lo mismo.
él me dijo hace unos días: "ves? como te dije, ahora vemos atrás como un chiste"


yo no.
yo no quiero ver atrás.
cuando intenté me sorprendí de la fortaleza sobrehumana que sacamos de nosé donde para no derrumbarnos.
y dudo que eso vuelva alguna vez, así que prefiero mirar para adelante.


y adelante.. me quedo sin aliento.
en qué estábamos pensando?
en qué piensan aquellos que no temen arruinar vidas, encerrar gente inocente y mirar a los ojos y a las cámaras tachando de "terrorista" a un joven inocente, trabajador y confiado?


mi consuelo es que no piensan, no se detienen a pensar en el daño que causan.
no piensan en el dolor ajeno, en los sueños que pisotean, en las vidas que truncan.


hasta cuándo Dios mío?
y la respuesta está ahí, irónica.
"cada pueblo tiene el gobierno que se merece"


y ese pueblo hoy somos nosotros, amén, nosotros.


nosotros que no nos levantamos, no levantamos ni la voz para denunciar las atrocidades cometidas.
nosotros que no dejamos el individualismo de lado, porque mejor mirar por uno, que nadie mirará por el otro.


gracias a Dios abajo hay una frater, un grupo de amigos que no se pregunta "en qué puede afectar si voy a la casa del acusado de terrorismo?"
por suerte, no está perdido quiero pensar.


con suerte, ya vamos cuesta abajo con este ignorante títere y su titiritero: el verdadero terrorista.
con suerte, pronto veremos qué otro gobierno nos merecemos.


pronto, amén, pronto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario